El oído interno contiene tubos llamados canales o laberintos los cuales están llenos de líquido. Los canales junto con un nervio en el cráneo, ayudan a interpretar la posición del cuerpo y mantener el equilibrio. La enfermedad de Meniere ocurre cuando una parte del canal, llamada el saco endolinfático, se inflama. Este saco ayuda a filtrar y eliminar líquido en los canales semicirculares.
Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social señalan que regularmente, las personas asocian síntomas de mareo intenso con otras patologías, sin saber que podrían tener la Enfermedad de Menière, trastorno del oído interno caracterizado por vértigo, disminución auditiva, náuseas, vómito y zumbido.
El doctor Alejandro Martín Vargas Aguayo, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, indica que 15 por ciento de los pacientes con síntomas de mareo, padecen este mal crónico de origen desconocido, cuyo diagnóstico puede tardar meses, incluso años, lo que conlleva el retraso de un tratamiento.
Dicho desequilibrio patológico aparece de forma repentina con episodios agudos y severos de vértigo prolongado, pérdida auditiva y acúfenos (campanilleo). Por ser crónico, no tiene cura; sólo se puede controlar, y aunque no es causante de muerte, sí puede conducir a accidentes graves en el hogar o el trabajo.
Esta enfermedad genera incapacidad, ya que puede durar muchas horas, tiempo en que el paciente siente que todo le da vueltas, tiene nauseas, vómito y sudoración, que le impiden realizar actividades durante la crisis. “También se acompaña de hipoacusia unilateral; es decir, disminución de la audición en un oído, que sucede en promedio en 85 por ciento de los casos, aunque a la larga puede ocurrir en ambos”, abundó Vargas Aguayo.
De acuerdo con cifras de la Federación Internacional de Menière, cada año en el mundo 100 mil personas, aproximadamente, desarrollan este padecimiento con mayor o menor intensidad. El cuadro clínico se sitúa entre los 20 y 60 años de edad, y es más frecuente en la mujer. El nombre de la enfermedad se debe al médico francés Prosper Menière, quien fue el primero en describirlo en 1861.
Respecto de la confusión con otras patologías, el doctor Alejandro Vargas dijo que frecuentemente se le relaciona con vértigo posicional paroxístico benigno o migraña vestibular. De ahí la importancia de que, ante los primeros síntomas de mareo o zumbido, acuda al médico para diagnosticar el cuadro clínico respectivo y, en su caso, descartar que se trate de la Enfermedad de Menière.
El tratamiento se orienta principalmente a bajar la presión del oído interno, a través de medicamentos, diúreticos, dieta baja en sal, así como evitar la cafeína y el tabaco. La mayoría de los pacientes, 85 por ciento, responden al tratamiento médico.
En casos severos, cuando no hay respuesta a los medicamentos, sobre todo en el aspecto de vértigo, se recurre a un tratamiento quirúrgico que ayuda a descomprimir el saco endolinfático del oído interno, y de esta manera aminorar el problema.