La apnea obstructiva del sueño no es tan sólo un problema de ronquidos, sino una enfermedad grave que pone a prueba al sistema cardiovascular y aumenta el riesgo de sufrir hipertensión, insuficiencia cardíaca congestiva, ritmo cardíaco irregular, accidente cerebrovascular y muerte cardíaca repentina.

 

La apnea obstructiva del sueño se produce cuando los músculos en la parte posterior de la garganta se relajan durante el sueño y obstruyen el paso del aire.  Las vías respiratorias se estrechan, o hasta cierran, al finalizar cada exhalación y la respiración podría detenerse por un momento.

 

Las señales y síntomas más comunes de esta enfermedad son: despertarse sintiéndose cansado, excesiva somnolencia diurna, ronquidos fuertes, dejar de respirar durante el sueño, dolores de cabeza matutinos y despertarse sobresaltado por la falta de aire.  Tener la boca seca o la garganta irritada al despertarse o problemas para conciliar el sueño, son también síntomas de esta enfermedad.

 

La apnea obstructiva del sueño afecta a gente de todas las edades, pero es más común entre las personas de 45 a 65 años, generalmente hombres.  Entre las mujeres, el riesgo aumenta después de la menopausia.

 

Entre los factores de riesgo están el exceso de peso, la hipertensión, tener por naturaleza estrechez en la garganta o amígdalas y/o adenoides grandes, antecedentes familiares de la afección, tabaquismo, congestión nasal crónica y el consumir sustancias que relajan los músculos de la garganta como alcohol, sedantes y tranquilizantes.

 

Nadie debe ignorar los síntomas de la apnea obstructiva del sueño.  Las siguientes alternativas de tratamiento pueden ser eficaces y hasta salvadoras:

 

Cambios en el estilo de vida, como perder peso o dejar de fumar, que para los casos leves de apnea obstructiva del sueño podrían ser de utilidad.

 

Máquinas para presión positiva continua sobre las vías respiratorias (CPAP), que son los aparatos que generalmente constituyen el tratamiento preferido para la apnea obstructiva del sueño moderada a grave.   Estos aparatos envían aire a presión a través de una máscara mientras la persona duerme.  Esa presión continua de aire mantiene abiertas las vías respiratorias.  Los dispositivos ajustables de presión positiva sobre las vías respiratorias son similares, pero la máquina ajusta la presión de aire a las necesidades de la persona durante su sueño.

 

La cirugía es necesaria para algunos pacientes.  Se pueden realizar varios procedimientos útiles, entre los cuales está extirpar pólipos nasales, enderezar el cartílago que separa las fosas nasales y extirpar amígdalas o adenoides agrandadas.

 

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