El ritmo de vida, especialmente en las grandes ciudades, problemas laborales y personales provocan que al menos el 20 por ciento de los trabajadores presenten síntomas de estrés, enfermedad que se posiciona ya como el mal del siglo XXI al ser la causa de padecimientos como los cardiovasculares y diabetes, que ocupan los dos primeros lugares de mortalidad general en el país.
Esta enfermedad es una respuesta orgánica, en la que el cuerpo tiene cambios fisiológicos, libera adrenalina, produce mayor volumen sanguíneo, incrementa la glucosa, modifica la presión arterial, acelera el ritmo cardiaco, retrae los músculos, libera ácidos gástricos y si persiste de manera crónica en el organismo, deriva en enfermedades como hipertensión y diabetes.
Todas las personas deben reconocer los primeros síntomas que son de alerta: cansancio, dolor de cabeza, insomnio, temblor, sudoración, mal humor, dificultad para relacionarse y angustia al presentarse en el trabajo. Procure una alimentación balanceada, la práctica de ejercicio físico moderado, gradual y progresivo, así como ritmos de sueño adecuados, actividades recreativas, disminución de adicciones y evitar la vida sedentaria.
En el ámbito laboral, el estrés se relaciona directamente con el ausentismo, malas relaciones, clima organizacional negativo, antagonismo y conflicto frecuente, lo que provoca bajo rendimiento y productividad disminuida.
El manejo del trabajador expuesto al estrés debe atenderse de manera integral, eliminando factores de riesgo y abatir las fuertes cargas de tensión, pues de otra manera la labor del personal involucrado, estará limitado solamente a los alcances del tratamiento sintomático y paliativo.
De igual modo, las reacciones de ansiedad por la tensión, son algunos de los síntomas de una persona que esta inmersa en una vida estresada y ésto puede ocasionar que las personas recurran a adicciones de hábitos como el tabaquismo, problema que afecta al 26 por ciento de la población desde los 11 años de edad.
Los trabajos con una fuerte carga de estrés se caracterizan por: demanda excesiva, insatisfacción de necesidades, horarios extensos, sobrecarga laboral, riesgo físico, trabajo a destajo y continua amenaza de perder el trabajo.
Acuda a su médico y solicite ayuda profesional, para buscar alternativas en terapia y desarrollar habilidades para manejar el estrés.