Expertos en infectología hacen un llamado por el uso indiscriminado de los antibióticos  pues hay un alto nivel de resistencia en la población para combatir enfermedades infecciosas, como son las respiratorias y gastrointestinales. Algunas de esas infecciones pueden estar producidas por bacterias no especialmente peligrosas, que puede controlar el propio sistema inmunitario del paciente.

 

Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco advierten que el uso de antibióticos para el tratamiento de infecciones agudas respiratorias en los niños ocasiona riesgos a la salud, por lo que se deben evitar.

 

En 98 por ciento de los casos es innecesario el antibiótico para combatir la fiebre asociada a ese tipo de infecciones, y su abuso ocasiona que las bacterias desarrollen múltiples resistencias. Los pacientes y, en el caso de pediatría, los padres, han tomado la decisión de comprar el tratamiento sin ser prescrito por el especialista,  o de presionar para que el médico les recete un antibiótico que «acelere» la curación de la infección.

 

La recomendación de los especialistas es esperar a que pase el período crítico de la fiebre de 72 horas en los niños, sin suministrarles antibióticos. En su lugar, los menores deben recibir un analgésico o anti-inflamatorio durante tres días.

También es recomendable ingerir muchos líquidos, alimentos ricos en vitamina C y dosis de vitamina D y A, que se pueden suministrar en ampolletas cada 15 días.

 

México destaca como uno de los países que registra altos niveles de resistencia junto con España y Estados Unidos, por lo que urge  que las autoridades apliquen la ley y se exija receta médica para la venta de antibióticos.

 

José Juan Donís Hernández, integrante del Comité Técnico Asesor para Enfermedades Transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y representante del capítulo México de la Alianza por el Uso Prudente de Antibióticos, advierte que de continuar esta tendencia no habrá medicamento que responda a la curación. El mal uso de los antibióticos, ya sea por ser recetados sin necesidad, consumido por automedicación o no concluir los tratamientos, es que se fortalecen los microbios al crearse cepas nuevas por mutación genética, que cada vez son más resistentes al efecto de estas medicinas.

 

El antibiótico sólo debe prescribirse cuando el niño tiene fiebre que se prolonga más de cuatro días, o cuando ésta resurge después de varios días.

 

También se debe considerar el uso de antibióticos si aparece dolor de oído que suele ser muy intenso durante la noche, y que en niños menores de un año se traduce en llanto continuo.

 

De acuerdo a estadísticas, las infecciones agudas en vías respiratorias representan la primera causa de consultas en el país, y se estima que en 9 de cada 10 casos se suministra el antibiótico cuando hay fiebre. A su vez, Sergio Ulloa, especialista en medicina interna y director general adjunto de Shering-Plough, informó que en México el mercado más grande de medicamentos es el de los antibióticos, ya que las ganancias representan alrededor de un billón de dólares al año.

 

Lo anterior equivale a que en el mercado se manejan más de 950 millones de unidades (una caja) al año, sin contar con los antibióticos que adquiere el sector gubernamental y los que venden en farmacias de similares o de genéricos intercambiables, pues no se regulan igual que las grandes farmacias.

 

En tanto, Francisco Galán, pediatra infectólogo, miembro de la Asociación Mexicana de Pediatría y jefe de estudios del Centro de Investigación Farmacológica y Biotecnológica Médica Sur, comentó que el informe más reciente sobre el uso de antibióticos fue realizado en 1998 por el Instituto Nacional de Nutrición “Salvador Zubirán”.

 

Refirió que de acuerdo con ese documento el uso de esos medicamentos es excesivo para enfermedades infecciosas gastrointestinales, y para lo cual se usa principalmente ampicilina que en la mayoría de los casos no se requería.

 

Agregó que sólo se necesita de 72 horas para que un microbio o germen mute y pueda crear cepas nuevas que contaminen el medio ambiente, por lo que recomendó que una manera de prevenir importante es lavarse las manos, no automedicarse y completar el cuadro de vacunas.

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