¿A qué edad debo empezar a hablar con mi hijo sobre el sexo?

La sexualidad es parte de la vida de todas las personas, sin importar la edad. A medida que sus hijos crecen y se desarrollan, es probable que comiencen a reírse sobre las "partes privadas", que se cuenten chistes "verdes" (obscenos) y que busquen palabras "tabú" en el diccionario. Esta curiosidad es natural. Además, es usual que un niño tenga preguntas a cualquier edad. Cuando su hija esté lista para hacer preguntas, usted, como padre de familia, debe estar listo a contestar.

 

¿Por dónde empezar?

Todos los días se presentan situaciones propicias para enseñar a sus hijos temas relativos al sexo. Por ejemplo, a la hora del baño, puede hablar sobre las partes del cuerpo y qué significa "privado". Un embarazo o un nacimiento en la familia son un buen momento para comentar cómo se concibe y nace un bebé. Ver televisión con sus hijos también puede ser un buen momento para comentar las relaciones que aparecen en la pantalla.

 

Momentos para educar a su hijo pueden presentarse en cualquier lugar: mientras van de compras, en el cine, o hasta en el parque.  No es necesario dar un discurso. Primero, averigüe lo que sus hijos ya saben. Deje que sean ellos quienes guíen la conversación y hagan las preguntas. Es posible que algunos niños no pidan información si perciben que usted se siente incómodo de tratar el tema. Otros podrían ponerle a prueba haciendo preguntas incómodas.  Hable abiertamente y hágale saber al niño que puede hacerle cualquier tipo de pregunta.

 

Cuando los niños comienzan a hacer preguntas, los siguientes consejos pueden facilitar la situación para ambos:

• No se burle ni se ría, aunque la pregunta sea cómica. Si usted se ríe, el niño podría sentirse avergonzado.

• Procure no parecer avergonzado o asumir una actitud demasiado seria hacia el tema.

• Sea breve. Conteste con términos sencillos. Su hijo de cuatro años de edad no necesita saber los detalles del coito sexual.

• Sea honesto. Use el nombre propio de cada parte del cuerpo.

• Note si el niño quiere o necesita saber más. Después de responder, pregunte: "¿Resolví tu pregunta?"

• Perciba las respuestas y reacciones del niño.

• Prepárese a repetir las cosas.

 

Si le incomoda hablar o contestar ciertas preguntas sobre el sexo, manifiéstelo con sinceridad. Tal vez pueda pedirle ayuda a un pariente, a un amigo cercano o al médico de su hijo para explicar ciertas cosas.

 

Las preguntas que puede anticipar

Las preguntas y las respuestas apropiadas dependerán de la edad del niño y su capacidad de comprensión. Las siguientes son preguntas y temas comunes según grupos de edad:

 

Niños en edad preescolar

"¿Cómo llegué a tu barriga?"

"¿Dónde estaba yo antes de llegar a tu barriga?"

"¿Cómo salí?"

"¿De dónde vienen los bebés?"

"¿Por qué las niñas no tienen pene?"

18 meses a 3 años de edad. Los niños en este grupo de edad comienzan a aprender acerca de su propio cuerpo. Es importante enseñarles los nombres apropiados de cada parte del cuerpo. Inventar un nombre para ciertas partes del cuerpo podría dar la idea de que el nombre propio tiene algo de malo. Además, enseñe a sus hijos qué partes son privadas (las partes cubiertas por un traje de baño).

 

4 a 5 años de edad. Los niños en este grupo de edad pueden comenzar a mostrar interés hacia la sexualidad básica, tanto la propia como la del sexo opuesto. También es posible que se toquen los genitales, e incluso que muestren interés hacia los genitales de otros niños. Estas son señales de un interés normal. Sin embargo, es importante que los niños aprendan qué es correcto y qué no. La familia debe establecer límites a la exploración. Estas son algunas cosas que podría enseñarles a sus hijos:

 

• El interés en los órganos genitales es saludable y natural.

• El desnudarse y hacer juegos sexuales en público no es correcto.

• Ninguna otra persona, ni siquiera los amigos cercanos y los parientes, pueden tocar "las partes privadas" de su niño. La excepción son los médicos y enfermeros durante los exámenes físicos con el permiso de los padres, y los padres mismos cuando tratan de hallar la causa de un dolor en la zona genital.

 

Niños en edad escolar

"¿A qué edad puede una niña tener un bebé?"

"¿Por qué un niño tiene erecciones?"

"¿Qué es la menstruación?"

"¿Cómo tienen relaciones sexuales dos personas?"

"¿Por qué a algunos hombres les gustan los hombres?"

5 a 7 años de edad. Los niños en este grupo de edad aprenden más acerca de las relaciones interpersonales y pueden interesarse en lo que pasa sexualmente entre los adultos. Sus preguntas se harán más complejas a medida que tratan de entender la conexión entre la sexualidad y la gestación de un bebé. Es posible que lleguen a sus propias conclusiones sobre el funcionamiento del cuerpo o el origen de los bebés. También pueden recurrir a los amigos para hallar respuestas.

Es importante ayudar a sus hijos a entender la sexualidad de un modo saludable. Las lecciones y los valores que aprendan a esta edad permanecerán con ellos como adultos y fomentarán relaciones significativas cuando sean mayores.

 

8 a 9 años de edad. Los niños en este grupo de edad probablemente ya tengan una noción de lo que es correcto e incorrecto. Son capaces de entender que el sexo es algo que ocurre entre dos personas que se aman. Pueden mostrar interés hacia el modo en que papá y mamá se enamoraron. A medida que surgen preguntas sobre romance, amor y matrimonio, también podrían sentir curiosidad hacia las relaciones homosexuales. Use estas ocasiones para comentar las ideas de la familia sobre la homosexualidad. Explique que amar a alguien no depende del género de la persona, y que es algo distinto a sentirse atraído por alguien sexualmente.

 

A esta edad, los niños pasarán por muchos cambios que los preparan para la pubertad. Ser sexualmente responsables es una de las lecciones más importantes que usted podrá enseñarles.

 

Recuerde

El hablar sobre sexo y sexualidad le brinda la oportunidad de compartir sus valores y creencias con sus hijos. Tal vez el tema o las preguntas le generen vergüenza, pero sus hijos necesitan saber que en todo momento pueden recurrir a una fuente confiable y honesta para resolver sus dudas: sus padres.

 

La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.

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